El proyecto consiste en un comedor social, en el que la gente empleada van a ser personas sin techo para que se sientan útiles, y en el que se va a ofrecer desayuno, comida y cena a precios asequibles a personas que estén en una situación vital en la que no se pueden permitir comer fuera.
Además por las tardes, he creado un taller de repostería, en el que también personas sin hogar harían meriendas que se podrían vender y servir a domicilio.